Si estás interesado en ponerte implantes dentales, o conoces a alguien que los lleve, es posible que te suene el tema del injerto de hueso dental.
En Clínica Belodonte somos expertos en cirugía oral y maxilofacial e implantes dentales en Barcelona y por ello, hoy te explicamos sobre ello.
¿Qué es el hueso dental?
El hueso dental, también conocido como hueso alveolar, es un tejido óseo que se encuentra en la mandíbula y el maxilar superior, y que sostiene las raíces de los dientes. Además, también cumple una importante función estética y de soporte facial, ya que ayuda a mantener la forma y la estructura de la mandíbula y del rostro en general.
Causas de la pérdida de hueso dental
Este problema puede ser causado por varios factores. Uno de los principales factores que es la enfermedad periodontal, también conocida como enfermedad de las encías. La enfermedad periodontal es una infección bacteriana crónica que afecta los tejidos que rodean y soportan los dientes, incluyendo las encías, el hueso y el ligamento periodontal. Si la enfermedad periodontal no se trata adecuadamente, puede provocar una pérdida significativa de hueso dental y eventualmente la pérdida de los dientes.
Otra causa común de la pérdida de hueso dental es la extracción de los dientes. Cuando se extrae un diente, se interrumpe el flujo sanguíneo al hueso alveolar que lo rodea, lo que puede provocar una reabsorción ósea y una pérdida de densidad ósea en esa zona. Si no se reemplaza el diente perdido, la pérdida ósea puede continuar y afectar la estructura general de la mandíbula y del maxilar superior.
La falta de estimulación del hueso alveolar también puede contribuir a la pérdida de hueso dental. Los dientes proporcionan una estimulación constante al hueso alveolar a través de la masticación y el habla. Si falta un diente o varios dientes, el hueso alveolar no recibe la estimulación adecuada y puede comenzar a perder densidad ósea.
Finalmente, los traumatismos y las lesiones en la boca también pueden provocar una pérdida de hueso dental. Un golpe en la boca puede dañar el hueso alveolar y provocar una reabsorción ósea. Si la lesión no se trata adecuadamente, la pérdida ósea puede continuar y afectar la salud dental y la estética facial.
Sin embargo, en algunos casos, puede ser necesario realizar un injerto de hueso dental para restaurar la cantidad y la calidad del hueso alveolar. Esto puede ser necesario por diversas razones, como por ejemplo para reemplazar dientes perdidos o extraídos, para tratar enfermedades periodontales, o para preparar la mandíbula para la colocación de implantes dentales.
¿Qué es un injerto de hueso dental?
Es una técnica quirúrgica en la que se añade hueso a la mandíbula o al maxilar superior para fortalecer el hueso alveolar y mejorar su capacidad para soportar dientes o implantes dentales. Este procedimiento puede ser efectuado utilizando diferentes tipos de materiales de injerto, como hueso autólogo (proveniente del propio paciente), hueso alógeno (proveniente de un donante), o materiales sintéticos.
¿Cómo se realiza un injerto de hueso dental?
Se efectúa generalmente en varias etapas. En primer lugar, se lleva a cabo una evaluación exhaustiva del paciente para determinar si es un buen candidato para el procedimiento y para determinar el tipo de material de injerto que se empleará. A continuación, se lleva a cabo la cirugía propiamente dicha, que puede procederse con anestesia local o general.
Durante la cirugía, se hace una incisión en la encía para acceder al hueso alveolar y se prepara el área para recibir el injerto. A continuación, se coloca el material de injerto en el área afectada y se cierra la incisión con suturas. Después de la cirugía, el paciente debe seguir cuidadosamente las instrucciones del dentista o cirujano para minimizar el dolor y la hinchazón, y para promover la curación adecuada.
Consecuencias y beneficios de un injerto de hueso dental
Puede tener algunas consecuencias y beneficios importantes. En cuanto a las consecuencias, el paciente puede experimentar dolor y molestias después de la cirugía, así como hinchazón, un hematoma y sensibilidad en la zona tratada, que deben desaparecer por sí solas al poco tiempo.
Sin embargo, los beneficios los superan. En primer lugar, el injerto puede mejorar significativamente la función dental al proporcionar un soporte adecuado para los dientes o implantes dentales. Además, también puede mejorar la estética facial al ayudar a mantener la forma y la estructura adecuadas de la mandíbula y del rostro en general.
En Clínica Belodonte somos expertos en cirugía oral y maxilofacial e implantes dentales, y ponemos a disposición de nuestros clientes tratamientos para estos problemas. ¿Quieres más información o consultarnos tu caso? Pide cita a nuestros especialistas para obtener más información.