La salud dental es un aspecto fundamental para mantener una sonrisa radiante y funcional. Entre los diversos tratamientos disponibles para restaurar y mejorar los dientes, la incrustación dental se ha convertido en una opción muy popular y efectiva.
Desde Clínica Belodonte, expertos en Odontología conservadora en Barcelona, explicaremos en qué consiste este tratamiento, cuándo es necesario, cómo se realiza, los tipos disponibles y sus múltiples beneficios.
¿En qué consiste la incrustación dental?
Es un procedimiento de restauración utilizado para reparar dientes dañados o debilitados debido a caries, fracturas o desgaste. A diferencia de los empastes tradicionales, que se aplican directamente sobre el diente, las incrustaciones son restauraciones personalizadas que se colocan en el interior del diente para mejorar su forma y función.
El proceso implica la fabricación de una pieza de material que se ajusta perfectamente al diente, ofreciendo una solución duradera y estéticamente agradable. Se realizan a medida para cada paciente, garantizando un ajuste perfecto y una apariencia natural.
¿Cuándo es necesario realizar una incrustación dental?
Es recomendable en diversas situaciones. Entre los casos más comunes se encuentran:
- Carencia de estructura dental: Cuando un diente ha sufrido una caries extensa que no puede ser reparada con un simple empaste.
- Fracturas dentales: Para reparar dientes que han sufrido fracturas importantes y necesitan refuerzo adicional.
- Desgaste dental: Para restaurar dientes que se han desgastado debido a la abrasión o al bruxismo.
- Dientes debilitados: Cuando un diente ha sido sometido a tratamientos como una endodoncia y necesita una protección adicional.
¿Cómo se realiza una incrustación dental?
El procedimiento generalmente sigue estos pasos:
- Evaluación y planificación: El dentista realiza una evaluación exhaustiva del diente afectado utilizando radiografías y exámenes clínicos. En esta fase, se determina si es el tratamiento adecuado.
- Preparación del diente: El diente se prepara eliminando la caries o el tejido dañado. Esto puede implicar el uso de anestesia local para asegurar el confort del paciente durante el procedimiento.
- Toma de impresiones: Se toman impresiones precisas del diente preparado para que el laboratorio dental pueda fabricar una incrustación a medida. En algunos casos, se pueden utilizar tecnologías de escaneo digital para obtener impresiones más exactas.
- Fabricación de la incrustación: Se fabrica en un laboratorio especializado utilizando materiales como porcelana, resina compuesta o amalgama. Este proceso puede durar desde unos días hasta una semana, durante la cual el dentista colocará una restauración temporal en el diente.
- Colocación de la incrustación: Una vez que está lista, el dentista la coloca sobre el diente, asegurándose de que encaje perfectamente y ajuste adecuadamente. Se realizan ajustes finales y se verifica la mordida para garantizar el máximo confort y funcionalidad.
Tipos de incrustaciones dentales
Existen varios tipos de incrustaciones dentales, cada una con características y ventajas específicas. Los más comunes son:
- Incrustaciones de porcelana: Son conocidas por su alta estética y durabilidad. La porcelana imita muy bien el aspecto natural del diente, por lo que son ideales para dientes visibles.
- Incrustaciones de resina compuesta: Están hechas de un material plástico que puede ser coloreado para igualar el diente natural. Son menos duraderas que las de porcelana pero más asequibles.
- Incrustaciones de amalgama: Hechas de una mezcla de metales, son extremadamente duraderas y se utilizan comúnmente en dientes posteriores. Sin embargo, no son tan estéticas como las de porcelana o resina.
Beneficios de las incrustaciones dentales
Ofrecen una serie de beneficios significativos:
- Durabilidad: Todas, pero especialmente las de porcelana, son altamente resistentes al desgaste y pueden durar muchos años con el cuidado adecuado.
- Estética: Las de porcelana y resina compuesta proporcionan una apariencia natural, lo que hace que la restauración sea casi imperceptible.
- Funcionalidad: Mejoran la función masticatoria y la estructura dental, restaurando la capacidad del diente para realizar su función de manera eficiente.
- Conservación dental: A diferencia de otros tratamientos, requieren la eliminación mínima de tejido dental saludable, lo que ayuda a conservar la estructura original del diente.
En resumen, las incrustaciones dentales son una solución efectiva para reparar dientes dañados, ofreciendo una restauración duradera y estéticamente agradable. En Clínica Belodonte disponemos de servicios de Odontología conservadora. Para más información o consultarnos un caso, no dudéis en poneros en contacto con nosotros.